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¿Si estoy vendiendo mi casa, necesito alfombras y cuadros?

Como ya debes de saber, una cosa es decorar una casa para vivir en ella y otra muy distinta, decorarla para venderla.

La decoración es el arte de personalizar una casa, adaptándola a los gustos y necesidades de quienes viven en ella.

El home staging es la técnica para decorar una casa para hacerla atractiva para el mayor número posible de personas, independientemente de sus gustos.

Teniendo clara esta diferencia, llega el momento de mirar las paredes de tu casa y comprobar si se “ven”.

El número de cuadros que debería haber en un espacio dependerá, claro, de su tamaño pero nunca es conveniente que las paredes de tu casa estén cubiertas de cuadros y fotos, especialmente si los marcos son grandes o de estilo muy marcado, o si son fotos de familia.

Si ese es tu caso, puedes empezar a retirar algunos de ellos, además, así vas adelantando la preparación de la mudanza.

Al enseñar las paredes, aumentarás la sensación de espacio. Además, quien venga a visitar tu casa, podrá imaginar sus propios cuadros allí.

Piensa que, si el comprador empieza a imaginarse viviendo en la que aún es tu casa, estás más cerca de venderla.

Una vez que hemos revisado los cuadros, podemos pasar al otro elemento que “cubre” espacios: las alfombras.

En decoración, las alfombras tienen varias funciones (abrigar, delimitar espacios, decorar, absorber el sonido…) pero a la hora de sacar al mercado una vivienda hay que valorar su utilidad.

Si los suelos de tu casa no son especialmente bonitos o nuevos, puedes plantearte tener alguna en las zonas más amplias. Eso sí, intentando que no sean de colores muy intensos u oscuros. El suelo va a seguir estando a la vista, pero no se va a llevar todas las miradas.

Pero si el suelo es uno de los puntos fuertes y conviene destacarlo, trata de ocultarlo lo menos posible con alfombras (o, incluso, con muebles). El suelo sí es algo que va incluido en el precio de la vivienda, mientras que las alfombras no. Deja que se vea.

Ahora que ya estamos en primavera es un buen momento para plantearse retirar las alfombras que no son necesarias, llevarlas a limpiar y guardarlas. Otro trabajo que adelantas de cara a la mudanza.

Durante todo el tiempo que tu casa esté a la venta, ten presente que lo que quieres vender es tu casa, no tus muebles ni tu estilo de vida.

Tienes que conseguir que tus gustos no interfieran en la venta: nunca se sabe quién puede llegar a enamorarse de ella.

 

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