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Cómo boicotear la venta de tu casa en 3 sencillos pasos

Dices que quieres vender tu casa y has hecho algunas cosas que parecen indicar que es así, que quieres venderla: has hecho unas fotos, has escrito una descripción, has decidido lo que quieres por ella y la has publicado en un portal (seguramente, en Entreparticulares)

Lamento decirte que eso no es todo, que todo eso que has hecho no quiere decir que “de verdad” quieras vender tu casa y hasta podría pasar que no la vendieras.

Los signos de que aún no estás preparado para vender tu casa son:

1-Te molestan las críticas o comentarios de los posibles compradores.

Y además, se lo discutes.

Siento informarte de que no te has distanciado de tu casa, de los recuerdos que lleva asociados o de lo que ella y su historia representan para ti y tu familia.

Aléjate emocionalmente de tu casa. Ya no es tu casa. Va a ser la casa de alguien. Si no estás preparado para ello, tal vez lo mejor sea esperar un tiempo más.

Quien quiere vender su casa siente que ya está listo para estar en otro sitio, que la casa donde vive ya no le sirve (por la razón que sea) y no ve el momento de salir por la puerta y entregar las llaves a otra persona.

Quien viene a ver tu casa no va a comprar tus recuerdos ni tu historia, lo que quiere es comprar una construcción en un lugar determinado y crear su propia historia.

Si no te distancias de la casa, boicotearás su venta, aun sin quererlo: no aceptarás propuestas de compra razonables, nunca será un buen momento para las visitas de compradores, no prepararás la casa antes de cada visita…

2-Crees que los compradores no tienen buen gusto

No entiendes cómo puede ser que nadie valore la reforma del baño que hiciste hace unos años y que te costó un ojo de la cara; o que los compradores no aprecien el magnífico mueble de madera maciza que hiciste hacer a medida para el salón.

Lamento decirte que eso a lo que tú das valor porque lo compraste a tu gusto puede no ser del gusto de otras personas. Así pues, los demás no van a aceptar el precio que les propones basándote en esas cosas (salvo que aparezca una persona con exactamente tus mismos gustos, pero eso es limitar mucho las posibilidades de éxito).

Si, además, les haces saber que no saben apreciar el valor de esa casa por esos elementos, estarás boicoteando la venta.

3-Piensas “quien lo compre ya lo arreglará”.

Seguramente, la mejor forma de boicotear tú mismo la venta de tu casa.

Nuevamente te traigo malas noticias: nadie quiere comprar una casa para vivir, a precio de mercado, para tener que entrar y empezar a reparar (ya sabes: la persiana que no sube, el enchufe roto, la baldosa agrietada, el grifo –o el desagüe- que gotea…).

Si, además, les dices algo como “es poca cosa, no cuesta nada arreglarlo” estás dando pie a los compradores a que piensen “y si no cuesta nada, ¿por qué no lo arreglas?”. A lo mejor no te lo dirán y se irán, sin más –y sin comprar, claro-

Tal vez consigas venderla, pero no sin una buena rebaja en el precio. ¿Estás seguro de que eso es lo que quieres?

Si te reconoces en alguno de los tres puntos, te recomiendo que esperes un poco a poner tu casa a la venta.

Otra buena idea es contactar con un home stager, respirar, y escuchar sus críticas –sin ofenderte-. No es nada personal: un home stager juega en tu equipo y mirará tu casa con los ojos del comprador para evitarte esas situaciones y conseguir vender rápido y bien.

Antes de que te lo diga una visita y pierdas la posibilidad de vender, escucha al home stager. Si no te gusta lo que te dice, probablemente no estás preparado para vender –todavía-.

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